Seguramente estés dudando y preguntándote «¿estaré cómod@ con ella y podrá ayudarme con mi problema?» 

Es la pregunta que todos nos hacemos antes de lanzarnos a empezar el proceso, y es por eso, que la primera sesión está a un precio reducido. 😉

Te invito a que pruebes, y compruebes como te sientes. En esta sesión te escucharé muy atentamente buscando comprender muy detalladamente tu problema para así al final de la sesión poder decirte cómo lo veo y cómo podría ayudarte, para que puedas valorar si te encaja. 

Si al final de la sesión consideras que lo mejor para ti es no continuar, no hay problema, no estás comprometid@ a seguir.

Cada sesión es de 1 hora y media. Con posibilidad de reducir a 1 hora en función del trascurso de la sesión, y si ambos estamos de acuerdo.

Esta primera sesión, al igual que las demás, son un espacio seguro para ti y fuera de juicios, en el que voy a estar totalmente presente para ti con una actitud de escucha activa, abierta y muy empática. Así que podrás contarme lo que necesites en ese momento, lo que te preocupe o inquiete… Y podrás contar hasta donde tu quieras y hasta donde te sientas preparad@. Respetaré mucho tus tiempos. 

En la primera sesión podrás contarme tu problema, situación, preocupación… Yo te escucharé muy detenidamente para comprenderte al detalle y al final de la sesión te diré cómo lo veo yo y de que manera podría ayudarte. Te explicaré porque creo que esa forma de trabajar puede servirte, y entonces podrás decidir con total libertad si continuar o no.

De todas formas, mi opinión personal, es que si alguien tiene ganas de cambiar y buscar una nueva forma de pensar, transitar las emociones y en definitiva de vivir, con menor sufrimiento, este proceso en cierto grado siempre le va a servir. Por que es un espacio en el que te podrás conocer mucho más a fondo y comprenderte a ti y tus formas hasta ahora de actuar, pensar y sentir. Y darte cuenta de eso, ya de por si resulta transformador, a parte de técnicas y herramientas que se te van a enseñar para tu día a día, o situaciones concretas.

Hay variedad de opciones, y puedo amoldarme a la que más cómod@ y segur@ te sientas: por ejemplo, google meets, zoom, skype, videollamada de whatsapp…

Entiendo que de primeras pueda parecerte que en la terapia online la relación es más fría, menos cercana, en definitiva, hay menos conexión y entendimiento entre psicólog@ y paciente. 

Es una sensación que se produce al principio por el desconocimiento y  por equiparar, más a nivel inconsciente, la distancia física con distancia emocional… Sin embargo, esta asociación que se hace de forma rápida está muy lejos de la realidad. 😉

Tras sentir esto, pregúntate que es lo que impide realmente que en una terapia online pueda haber buena conexión.

El que haya distancia física no es un motivo, ya que en sesión lo que se construye es una cercanía emocional, un espacio en el que te sientas segur@ y puedas abrirte como nunca lo has hecho, porque el/la profesional que tendrás delante, ya sea físicamente o a través de una pantalla, esta preparad@ para escucharte de verdad, para comprenderte, para no juzgarte, para ayudarte en tu situación y acompañarte en el proceso.
Y para que todo esto tenga lugar, lo único que se necesita son las propias habilidades y conocimientos del/la psicólog@ y la disposición del/la paciente. ☺

✨Si presencialmente puedes conectar con x psicolog@, te aseguro que de forma online también podrás con él/ella. No es cuestión de presencial u online, si no de quien elijas, de con quien te sientes mejor.✨

Os aseguro que no hay barrera para crear una buena relación terapéutica.☺